Comunicado oficial de la SEPSM sobre las declaraciones del presidente de Estados Unidos acerca del paracetamol y el autismo

SEPSM

La Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) expresa su profunda preocupación y desacuerdo con las recientes declaraciones emitidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que sugieren una vinculación entre el uso de paracetamol (acetaminofén) durante el embarazo y el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Esta asociación, presentada como una directriz oficial y sanitaria, carece de evidencia científica sólida y rigurosa.

Las afirmaciones de este tipo son irresponsables, ya que ignoran el consenso médico y científico global y ponen en riesgo la salud pública. El paracetamol es el analgésico y antipirético de primera elección y el más seguro para su uso en mujeres embarazadas, según las principales sociedades científicas de ginecología, obstetricia y pediatría de todo el mundo. Su uso adecuado es fundamental para el manejo de la fiebre y el dolor, ya que la ausencia de tratamiento puede acarrear complicaciones graves tanto para la madre como para el feto.

Si bien algunos estudios observacionales han explorado una posible asociación, los hallazgos no han demostrado una relación causal. Es crucial distinguir entre asociación y causalidad. Factores genéticos, ambientales y sociales, así como sesgos inherentes en los estudios observacionales, pueden influir en los resultados. En contraste, investigaciones más recientes y con metodologías más robustas, como los estudios de control de hermanos, han refutado esta supuesta relación.

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición relacionada con el desarrollo cerebral que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa socialmente y percibe el mundo. Se le denomina “espectro” porque la severidad y la manifestación de los síntomas pueden variar enormemente de una persona a otra. Actualmente, no se conoce una causa única para el autismo, pero la investigación científica sugiere que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales que influyen en el desarrollo temprano del cerebro. No hay evidencia científica que relacione el autismo con la crianza de los padres o las vacunas. Se considera que la genética juega un papel fundamental ya que se han identificado más de 100 genes que podrían estar involucrados y hoy día se conocen las causas genéticas en el 30% de los casos.

Desde la SEPSM, instamos a la ciudadanía y a los profesionales de la salud a basar sus decisiones en información contrastada y en las recomendaciones de los organismos médicos y científicos. Las declaraciones de carácter político que siembran dudas sobre tratamientos ampliamente considerados como seguros, atentan contra la confianza en la medicina y la salud pública.

Reiteramos nuestro compromiso con la divulgación de información sanitaria rigurosa y ética. El conocimiento sobre el TEA y su etiología avanza continuamente y cualquier recomendación debe estar respaldada por el método científico. No podemos permitir que el miedo o la desinformación dicten las políticas de salud, poniendo en peligro a las poblaciones más vulnerables.