El presidente de la SEP, Celso Arango, representó a los profesionales de la salud mental en el acto.
El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Celso Arango, ha participado en el Acto de reconocimiento al trabajo realizado y las lecciones aprendidas durante la pandemia COVID-19 de la Fundación Avedis Donabedian que se celebró ayer y que se retransmitió en directo a través de internet. “Este año, en el que la pandemia causada por la COVID-19 ha puesto a los profesionales de la salud en una situación de extrema dificultad, queremos reconocer más que nunca su trabajo, su profesionalidad y su esfuerzo”, aseguran desde la Fundación.
El acto estuvo conducido por Marcel Gorgori, periodista de radio y de televisión, y ha contado, además de con el presidente de la SEP, con la participación de representantes del sector sanitario como Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidad Coronaria (SEMICYUC); Carme Valls, enfermera jefe del Área de Urgencias y Enfermos críticos del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau; Joan Solà, director del Área Sociosanitaria y Dependencia de la Fundació Sanitària de Mollet; Remedios Martín, secretaria de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC); y Paqui Moreno, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) en Cataluña, además de con el testimonio de Antonio Hernando, afectado por la COVID-19. Alba Vergés, consejera de Salud del Gobierno de Cataluña, fue la encargada de cerrar el acto.
Celso Arango destacó en su intervención que la celebración de este acto suponía un acto de normalidad, “y normalidad es algo que todos necesitamos ahora mismo”. El presidente de la SEP agradeció en nombre de todos los profesionales de la salud mental el reconocimiento que desde la Fundación Avedis Donabedian se ha hecho a la aportación realizada por este colectivo en los últimos 10 meses. “Esta pandemia ha golpeado con fuerza los cimientos del bienestar emocional de nuestra sociedad y lo ha hecho con mayor saña en los más vulnerables -aseguró-; en los centros sanitarios y sociosanitarios los profesionales de la salud mental han trabajado en primera línea con pacientes, familias y apuntalando la salud mental de nuestros compañeros. El equilibrio mental se escurría por las brechas de la frustración, el miedo y la culpa, pero hemos podido ver cómo los excelentes profesionales sanitarios de este país han asumido en primera persona, por exceso de celo y de forma injusta con ellos mismos, el fracaso del sistema sanitario”. La consecuencia, según los estudios realizados en estos últimos meses, es que más de un 25% de los profesionales sanitarios ha tenido problemas de insomnio, ansiedad, depresión o trastorno por estrés postraumático relacionados con su trabajo y la pandemia por COVID. “Algunas de estas cicatrices tardarán tiempo en curar, si lo hacen”.
El presidente de la SEP quiso poner de relevancia que la OMS y ONU han avisado de que, independientemente del número de olas de infecciones que tengamos, la que es segura es la ola de problemas de salud mental en la población general. “Estamos ya sufriendo un aumento notable en reagudizaciones y nuevos casos de TCA, intentos de suicidio en especial en población adolescente, empeoramiento emocional y conductual de personas con discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista y otros trastornos del neurodesarrollo con una mayor dificultad para adoptarse a los cambios; se espera un incremento del 20% de trastornos de ansiedad y depresión y a eso debemos añadirle los efectos del confinamiento, el duelo, la incertidumbre, el miedo al contagio, la soledad y aislamiento”, aseguró.
A pesar de ello, el Dr. Arango también puso en valor los cambios que ha tenido que afrontar la atención en salud mental en los últimos meses “y que en muchos casos nos han hecho reinventarnos”. La obligatoriedad de la atención telemática, el uso de aplicaciones de medicina digital, la atención y hospitalización domiciliaria o la obligada flexibilidad se han abierto paso como innovaciones que pueden mejorar el futuro de la atención en salud mental.
“Debemos aprovechar esta crisis global para salir fortalecidos porque hemos aprendido mucho con ella: en esta catedral de la cultura de calidad sanitaria hemos aprendido de la importancia del autoanálisis crítico, de la identificación de áreas de mejora, del uso de la experiencia para la mejora continua, a convertir amenazas en oportunidades, a salir fortalecidos de las crisis. Para todo ello necesitaremos salud mental y eso es lo que yo les deseo en este 2021. No se me ocurre un mejor deseo ni una mayor necesidad”.