En los últimos años ha emergido una nueva corriente antipsiquiátrica de gran virulencia. A diferencia de la antipsiquiatría de hace 50 años, que se orientaba fundamentalmente a la desinstitucionalización de los pacientes y a la reconversión del psiquiatra excesivamente biologicista, esta nueva corriente no solo critica la Psiquiatría tradicional, sino que aspira a la destrucción completa del saber psiquiátrico.
Niega de plano la existencia de trastornos mentales y aboga por la deconstrucción de la psicopatología, una disciplina fundamental para explicar y comprender el sufrimiento de los pacientes con afecciones mentales. Deconstruir la psicopatología conlleva desmantelar todo el pensamiento filosófico que ha permitido a la ciencia psicopatológica encontrar un discurso explicativo y comprensivo del sufrimiento de los pacientes.
Estas conclusiones han sido realizadas por el Dr. José Luis Carrasco, psiquiatra, Catedrático y Jefe de Servicio del Hospital Clínico San Carlos durante la conferencia titulada “Antipsiquiatría: Deconstruir la Psicopatología”, pronunciada en una de las sesiones plenarias del Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado recientemente en San Sebastián. En la conferencia se abordó cómo esta nueva corriente no solo pretende eliminar la Psiquiatría médica, sino que busca desmantelar el marco científico que sustenta la psicopatología.
Durante su intervención, el Dr. José Luis Carrasco ha advertido de los riesgos de seguir esta tendencia, subrayando la importancia de defender la ciencia como el único camino para ofrecer una atención médica adecuada y comprensiva a las personas que sufren enfermedades mentales.
“La nueva antipsiquiatría no se conforma con reformar la psiquiatría, sino que aspira a destruirla completamente”, ha afirmado Carrasco. En su intervención, ha explicado que esta corriente filosófica no solo niega la existencia de los trastornos mentales, sino que también “pretende deconstruir todo el saber previo que ha permitido a la psicopatología ofrecer un discurso explicativo sobre el sufrimiento psíquico”.
El Dr. Carrasco ha alertado sobre los riesgos de seguir este camino. Según ha señalado, sin la psicopatología, “los pacientes quedan desprotegidos ante posturas anticientíficas e ideológicas que trivializan sus problemas”. “Sin la psicopatología”, ha comentado, “el paciente queda desnudo ante enfoques que minimizan su sufrimiento: el suicidio es visto como un problema de falta de viviendas, la depresión se cura uniéndose a un sindicato, y al paciente que delira hay que aceptarlo y dejarlo en su delirio sin intervención médica”. Para el Dr. Carrasco, este tipo de planteamientos no solo ignoran el sufrimiento humano, sino que ponen en grave riesgo la atención médica de los pacientes al alejarlos de tratamientos basados en la ciencia.
Asimismo, ha destacado que esta nueva antipsiquiatría tiene su origen en un movimiento filosófico de “deconstrucción” o “destrucción” de todo el conocimiento previo, que se caracteriza por el desdén hacia la ciencia y el desafío a cualquier tipo de orden, incluso el orden natural. “Este contexto es propicio para la llegada de oportunistas y demagogos a la Medicina”, ha advertido, señalando que esta tendencia puede hacer que los pacientes queden a merced de soluciones simplistas y peligrosas, alejadas de los tratamientos basados en evidencia científica.
El Dr. Carrasco también ha explicado cómo esta corriente antipsiquiátrica difiere de la antiPsiquiatría clásica, que en su momento buscaba mejorar las condiciones institucionales de los pacientes y ofrecer una crítica al enfoque biologicista. “La antipsiquiatría actual”, ha dicho, “no solo ignora los avances logrados en el campo de la Psiquiatría, sino que pretende destruir por completo todo el saber psiquiátrico previo, desmantelando los fundamentos de la psicopatología”.
En sus conclusiones, el Dr. Carrasco ha advertido de las graves consecuencias que podría tener este movimiento filosófico para la salud mental de los pacientes. “Esta corriente, bajo el pretexto de la deconstrucción y la ideología, destruye los pilares que sustentan la Psiquiatría y deja a las personas en una situación de vulnerabilidad extrema”, ha dicho. “La Psiquiatría es una disciplina que, a través de la psicopatología, ha permitido comprender el sufrimiento psíquico de los pacientes. Si permitimos que este movimiento deconstruya el saber psiquiátrico, estamos poniendo en grave peligro la atención médica de los más vulnerables”, ha concluido Carrasco.