Las terapias de neuromodulación, como la estimulación cerebral profunda o la estimulación magnética transcraneal, pueden ser igual de eficaces en pacientes geriátricos que en poblaciones más jóvenes, siempre que se ajusten las dosis y los tiempos de tratamiento de forma adecuada. Este ha sido el mensaje principal que la Dra. Adriana Hermida, psiquiatra experta con casi 20 años de experiencia en Estados Unidos, ha transmitido en el XVII Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado en San Sebastián, desafiando las percepciones erróneas que han limitado el acceso a estas terapias para personas mayores.
La ponencia de Hermida, titulada Terapias de Neuromodulación: estado actual y perspectivas futuras, ha puesto en evidencia “un cambio necesario en la forma de abordar las terapias de neuromodulación en adultos mayores.” “Durante años, estas terapias, así como la estimulación cerebral profunda (ECP), la estimulación del nervio vago (ENV) y el uso de la ketamina, han sido aplicadas de manera limitada en esta población debido a una serie de percepciones erróneas sobre su efectividad en pacientes de mayor edad”, ha explicado la experta.
La neuromodulación es un conjunto de técnicas médicas que regulan la actividad del sistema nervioso mediante estímulos eléctricos, magnéticos o farmacológicos. Se utiliza para tratar trastornos neurológicos y psiquiátricos resistentes, como la depresión severa y el trastorno obsesivo-compulsivo o trastornos afectivos. Entre las principales técnicas se incluyen la estimulación cerebral profunda, la estimulación magnética transcraneal y la estimulación del nervio vago, que pueden ser invasivas o no invasivas. Estas terapias ofrecen una alternativa eficaz para pacientes que no responden a los tratamientos convencionales.
En este contexto, su intervención se ha centrado en una revisión exhaustiva de los últimos estudios sobre neuromodulación en pacientes geriátricos, incluyendo investigaciones sobre la eficacia de la terapia electroconvulsiva, la estimulación magnética transcraneal y otras técnicas. Según ha destacado Hermida, “la población geriátrica también puede beneficiarse de las terapias de neuromodulación si los tratamientos se administran correctamente”, subrayando así “la necesidad de ajustar las dosis y el tiempo de aplicación para optimizar los resultados”.
“La neuromodulación ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de patologías psiquiátricas resistentes. Sin embargo, en el caso del adulto mayor, la falta de estudios específicos y la incorrecta administración han llevado a que estos pacientes reciban tratamientos inadecuados. La idea de que los adultos mayores responden peor a estas terapias se debe más a un mal manejo clínico que a la verdadera respuesta del paciente”, ha subrayado.
Avances recientes en las terapias de neuromodulación
La Dra. Hermida ha puesto de manifiesto los resultados de estudios recientes sobre la terapia electroconvulsiva, “una técnica que ha sido mal entendida durante décadas pero que, aplicada de manera adecuada. Esta técnica ha mostrado mejoras significativas en pacientes con trastornos depresivos severos. De igual forma, la estimulación magnética transcraneal, que utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro, ha mostrado ser prometedora, especialmente en el tratamiento de la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo en pacientes mayores”.
Además, Hermida ha abordado “los estudios más recientes sobre la estimulación del nervio vago y la estimulación cerebral profunda, dos técnicas que han empezado a ganar relevancia en el tratamiento de trastornos resistentes en el adulto mayor”. “Es crucial entender que la neuromodulación no tiene una edad límite”, ha afirmado la Dra. Hermida, quien ha destacado que “estos tratamientos deben ser personalizados y ajustados de manera cuidadosa”.
La importancia de un enfoque adecuado en la población geriátrica
Por último, la Dra. Hermida ha subrayado “la importancia de adaptar las terapias de neuromodulación a las características individuales de cada paciente geriátrico. Se deben desmitificar muchas de las barreras que actualmente impiden que estas terapias se ofrezcan de manera adecuada a pacientes mayores, y destacó la importancia de la formación y actualización de los profesionales para asegurar que las terapias lleguen a aquellos que más lo necesitan”.